jueves, 23 de octubre de 2014

Ciclo Biológico de La "Bombyx mori" (o Bombix de La Morera").

                             
   La duración de la vida de las mariposas es muy variable. Puede durar desde varias semanas hasta unos pocos días, dependiendo de las especies. Un claro ejemplo de esto último es el caso de la Bombyx mori (o Bombix de La Morera) , que vive tan poco tiempo que no se llega a alimentar cuando es adulta. En cambio, otras especies viven mucho más tiempo, en particular las que hibernan en forma adulta.

El desarrollo de las mariposas
   La primera etapa; un huevo, que dura entre 3 y 8 días, es un período pasivo durante el cual se forman las orugas. Las hembras ponen centenares de huevos. Una vez que salen de los huevos, las larvas empiezan a alimentarse y crecer. En la fase de muda de esta etapa, las larvas se vuelven vagas y dejan de comer unos 6 o 7 días.
   La segunda fase, que es la oruga, es activa y la más larga del ciclo (si no hay hibernación). En este período es en el que se puede observar el cambio más notable de tamaño, pasando de un huevo que ocupa alrededor de 1 mm, a una oruga que alcanza fácilmente los 4 cm. Para alcanzar este excepcional crecimiento, las orugas deben consumir cantidades considerables de alimentos.
   La fase siguiente es la crisálida, también llamada capullo o pupa.  Durante esta fase, que es pasiva, se efectúa una transformación total dentro del insecto. Las celdas, que forman una sustancia amarillenta, son las encargadas de la reorganización de la anatomía del insecto, del paso de oruga a mariposa. Estas crisálidas tienen formas y colores diversos, para facilitar el camuflaje.
   En la fase adulta,  se completa la metamorfosis cuando se transforma en una mariposa. Antes, era una larva, ahora, su cuerpo ha cambiado completamente, y tiene antenas, alas y ojos.
   Tras la salida, cuando se desprenden de su envoltura que era su crisálida, empiezan a segregar un liquido transparente que les permite deshacer la seda que una vez tejieron, para poder salir al exterior.
   Ciertas especies efectúan migraciones de varios millares de kilómetros. Su vida adulta dura normalmente unas semanas. Durante este período, su principal fin es encontrar un compañero para la reproducción y defender su territorio y huir de eventuales depredadores.

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